jueves, 22 de mayo de 2008

La Economia de España I

Economía de España
La economía de España, al igual que su población, es la quinta más grande de la Unión Europea (UE) y en términos absolutos la octava economía del mundo. En términos relativos o de paridad de poder adquisitivo, se encuentra también entre las mayores del mundo. Actualmente, y desde la crisis de principios de los 90, la economía española se encuentra en un período de crecimiento.
1939 – 1959: La post-guerra y la Autarquía
La postguerra
El 1 de abril de 1939 la Guerra Civil Española acabó con la victoria del bando nacionalista, liderado por el general Franco, que será jefe de Estado desde 1939 hasta su muerte, en 1975. Tras tres años de guerra, el panorama del país era desolador:
Muchos españoles o habían muerto en la guerra o se habían exiliado (especialmente a Francia), con lo cual la población había disminuido.
Las infraestructuras y las ciudades habían sufrido grandes estragos a causa de los bombardeos.
Existía una gran escasez de víveres que provocó que una buena parte de la población sufriera hambre, pero también faltaban materias primas y bienes de equipo.
No había reservas de oro ni de divisas.
La capacidad productiva del país había disminuido mucho.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939 determinó que aún fueran mayores las dificultades para procurarse los suministros indispensables y las posibilidades de transporte marítimo quedaron seriamente limitados, con lo que toda labor de reconstrucción económica quedó aplazada.
Como respuesta a toda esta situación, el gobierno implantó una política de autarquía, ya que la comunidad internacional había aislado a España económicamente (salvo la Argentina de Perón, que proveyó de carne bovina). Esto consiste en la búsqueda de la autosuficiencia económica con la intervención del Estado en la misma. El gobierno impuso una extensa sistema de controles estrictos e intervino en muchos aspectos de la vida económica del país. Entre los elementos sujetos a regulación figuraban los precios, el comercio exterior, las inversiones y la distribución de materias primas.
Los resultados obtenidos no fueron los esperados, sufriendo España en estos años un hundimiento de la producción agrícola e industrial, con una gran importancia del contrabando o estraperlo y la corrupción.1
El final de la guerra en 1945, no supuso una mejora de la situación de los problemas económicos de España. Los demás países europeos estaban tratando de resolver sus propios problemas y la escasez de alimentos y materias primas estaba extendido a toda Europa. España fue excluida por los Estados Unidos en el plan Marshall para la recuperación de Europa y esto no hizo más que acentuar la crisis y el aislamiento de la economía española.
El crecimiento económico en la década de los cuarenta fue muy lento y estuvo acompañado de una inflación alta. En 1950 la economía todavía no había recuperado el nivel de producción de 1935.
Años cincuenta
Hacia los años 50, la situación económica española empezó a mejorar debido al cambio de las políticas económicas, un ejemplo del cambio fue la liberalización parcial de los precios y del comercio.1 Algunos síntomas de esta mejora fueron el fin del racionamiento de la comida en 19521 y el hecho que en 1954 la renta media superase a la de 1935 (es decir, por fin la renta por habitante era superior a la del inicio de la guerra, 20 años antes).1
Desde 1951, los Estados Unidos de América en gran parte por intereses estratégicos, apoyaron económicamente a España debido a la Guerra Fría, pues el régimen de Franco, que anteriormente había sido visto como aliado del fascismo, era ahora visto como un aliado contra el comunismo. Sin embargo, esta ayuda no era gratuita, Estados Unidos recibía a cambio privilegios militares en territorio español. Recordemos que mientras que el Plan Marshall con ingentes recursos financieros ayudó a levantar la industria de las naciones occidentales tras la Segunda Guerra Mundial tales como Gran Bretaña, Francia, Alemania y Japón, en el caso de España se limitó sólo al ocasional envio de leche en polvo y queso enlatado. Al incrementarse la adquisición de suministros se produjo una expansión más rápida, al principio sin inflación, pero más adelante los precios comenzaron a subir y las reservas de divisas a disminuir. Esta situación llevó a Franco a crear un gobierno de tecnócratas a partir de 1957,1 que elaboraron una nueva política económica en 1959.1
1959 – 1973 : Expansión y crecimiento
En 1959 el nuevo gobierno elaboró el Plan de Estabilización,1 que se marcaba como objetivo la estabilidad económica, el equilibrio de la balanza de pagos y el robustecimiento de la moneda, el plan supuso por una parte liberalización de la economía y por otra parte austeridad, recortar el gasto público, disminuir el grado de intervención del Estado en la economía y abrir la economía a las empresas e inversores internacionales.2 El plan tuvo un éxito inmediato para contener la inflación y rehacer las reservas de divisas,2 en contra el crecimiento se frenó desde 1958 hasta 1960, mientras se operaba el reajuste.
Con estos antecedentes el Gobierno español decidió elaborar un programa de desarrollo. Todas estas medidas tomadas provocaron una larga etapa de expansión económica que duró hasta la crisis del petróleo de 1973.
En estos años, la industria ganó importancia en España, así como el sector terciario (un ejemplo es el turismo), provocado por este desarrollo industrial, los ciudadanos de las zonas rurales emigraron a las ciudades (principalmente hacia Madrid, Barcelona y Bilbao), creando suburbios dónde las condiciones de vida eran muy precarias. Esto causó una gran diferencia entre las regiones españolas,2 pues las más industrializadas, caso de País Vasco, Comunidad de Madrid y Cataluña, estaban mucho más desarrolladas que otras donde este proceso había sido prácticamente irrelevante y continuaban con una estructura económica basada en el sector primario, como fue el caso de Extremadura.
1973 – 1986 : Crisis y cambios profundos
En 1973, todo el mundo occidental entró en una gran crisis económica llamada Crisis del Petróleo provocada por la negativa de los países productores a vender petróleo a los aliados de Israel en la guerra del Yom Kippur (Estados Unidos y sus aliados europeos).
A la crisis económica internacional, hay que añadir la crisis política tras la muerte de Francisco Franco en 1975, cuando Juan Carlos I fue coronado Rey de España. Éste nombró a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno y con todos los partidos políticos se elaboró la Constitución de 1978, que introducía un sistema de monarquía parlamentaria.
A principios de 1977 los datos de la economía española mostraban sin lugar a dudas que se encontraba en un situación de depresión, caracterizada por un estancamiento de la actividad productiva, (crecimiento del PIB en 1976 1,5%), aumento del paro (más de 800.000 parados) y fuertes niveles de inflación (20%).
Dentro de esta coyuntura se firmaron los Pactos de la Moncloa, suscritos por el gobierno, partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales, que supusieron un control de las disponibilidades líquidas, una devaluación de la peseta y el control de los salarios. Los resultados no fueron del todo satisfactorios.
Desde 1982 con la entrada del gobierno socialista se llevó a cabo una política económica marcada por el control de la inflación y la moderación salarial.
La consolidación del proceso democrático facilitaron un proceso de acercamiento a Europa, que acabaría en 1986 cuando España ingresó en la Comunidad Económica Europea bajo la presidencia de Felipe González.
1986 – actualidad : Dentro de Europa
La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) predecesora de la UE, el 1 de enero de 1986 fortaleció en definitiva el impulso económico iniciado. La entrada requirió que el país abriera su economía, con un fuerte incremento de la inversión extranjera en España y un impulso modernizador de la empresa española con la competencia exterior. También se produjo un incremento de las inversiones públicas en infraestructuras entre las que se encontraban las relativas a los fastos del 92, Olimpiadas de Barcelona y Exposición Universal de Sevilla. Se produjo un tirón del consumo motivado por un efecto enriquecimiento provocado por la subida de la Bolsa y del valor de los inmuebles. Con esto, España aceleró el crecimiento de su PIB, redujo la deuda pública, redujo la tasa de desempleo del 23% al 15% en 3 años y redujo la inflación por debajo del 3%. Los retos más importantes para la economía española incluyen la reducción del déficit público, una mayor reducción de la tasa de desempleo, la reforma de las leyes laborales, la reducción de la inflación, aumento del rendimiento y la productividad y el aumento del PIB per cápita.
Después del gran crecimiento experimentado a finales de los años 1980, la economía española entró en recesión a mediados de 1992. Desde 1992 la política económica estuvo marcada por los Acuerdo de Maastricht dirigidos a la instauración del euro como moneda común de la Unión Europea. Las medidas que suponían el control de la inflación y del déficit público.
La economía se recuperó a partir de 1995, conducida por un aumento de la confianza de los consumidores y un aumento del consumo privado, aunque este crecimiento ha sido menor en los últimos años. El paro sigue siendo un problema para los españoles (en 2005 la tasa de desempleo fue del 8,5%), pero aun así esto es una mejora con respecto a niveles anteriores. La devaluación de la peseta a lo largo de los años 1990 hizo más competitivas las exportaciones, pero la fuerza del euro desde su adopción (a principios de 2008, un euro se ha llegado a cambiar por 1,50 dólares estadounidenses) plantea dudas sobre si los precios de las exportaciones son demasiado altos para los compradores extranjeros. Sin embargo, esto se ha visto compensado por la facilidad del comercio entre los países de la zona euro y las nuevas relaciones de España con Iberoamérica y Asia.
Problemas actuales
Las aportaciones de capital de la UE, que han contribuido significativamente al crecimiento económico español desde la incorporación a la CEE, han comenzado a decrecer considerablemente en estos últimos años, debido a los efectos de la ampliación de la Unión. Por una parte, los fondos agrícolas de la Política agrícola común de la Unión Europea (PAC) se reparten entre más países (los países incorporados del este de Europa tienen un sector agrícola significativo), por otra, los fondos de cohesión y estructurales han disminuido inevitablemente debido al éxito económico español (ya que su renta ha progresado fuertemente en términos absolutos) y a que la incorporación de países de menor renta hacen disminuir la media de renta de modo tal que regiones deprimidas españolas han pasado a estar en la media europea o incluso encima de ella. No obstante, el crecimiento observado se prevé que tenderá a acrecentarse en los años próximos, en gran medida debido a la mejora de la economía global, a la fortaleza de la industria, las inversiones españolas en el exterior y al creciente comercio con Iberoamérica y Asia.
Diferencias territoriales y distribución de la renta
Distribución territorial de la renta
En la siguiente tabla aparecen ordenadas, por orden de mayor a menor PIB per cápita, todas las comunidades autónomas del Estado, así como las dos ciudades autónomas (según los datos del INE de acuerdo al Eurostat 20063 .Como se puede apreciar en ella, hay notables diferencias entre las comunidades autónomas del Estado, siendo la Comunidad de Madrid un 91,6% más rica que Extremadura (es decir, casi el doble).
Puesto Comunidad Autónoma
Nominal (2007)
Euros (€)
Nominal (2006)
Euros (€)
Nominal (2004)
Euros (€)
PPA (2004)
Euros (€)

1º País Vasco
30.599 28.346 24.509 26.975
2º Comunidad de Madrid
29.965 28.850 25.818 28.416
3º Navarra
29.483 27.861 24.761 27.252
4º Cataluña
- 26.124 23.533 25.900
5º Islas Baleares
- 24.456 22.332 24.579
6º Aragón
- 23.786 20.984 23.095
7º La Rioja
- 23.495 21.370 23.520
8º Cantabria
- 21.897 19.156 21.084
9º Castilla y León
- 21.244 18.533 20.398
10º Comunidad Valenciana
- 20.239 18.340 20.185
11º Ceuta
- 20.171 17.654 19.430
12º Melilla
- 19.929 17.178 18.906
13º Canarias
- 19.924 18.126 19.950
14º Principado de Asturias
- 19.868 16.995 18.705
15º Región de Murcia
- 18.400 16.481 18.140
16º Galicia
- 18.335 15.284 17.416
17º Castilla-La Mancha
18.564 17.339 15.456 17.011
18º Andalucía
18.298 17.251 15.154 16.679
19º Extremadura
16.080 15.054 13.101 14.419




Distribución individual de la renta
Distribución del ingreso disponible: el eje horizontal muestra el ingreso acumulado por decilas: desde el 10% más pobre (izquierda) al 10% más rico (derecha). El eje vertical da el porcentaje de renta que acumula cada decila, para tres años diferentes.
Por lo que se refiere a la distribución individual de la renta, España es un país razonablemente igualitario,4 con un índice de desigualdad de Gini entre 32 y 37 (el máximo valor posible es 100, aunque sólo el país más desigual del mundo, Namibia rebasa el valor 70).
El INE lleva a cabo periódicamente su "Encuesta Continua de Presupuestos familiares",5 que permite conocer de modo razonable la distribución de la renta. La primera de estas encuestas realizada entre marzo de 1964 y marzo de 1965, reveló que más del 81.6% de la población recibía ingresos inferiores a la media (9446 pesetas por familia),6 lo cual demostraba una distribución del ingreso mucho más desigual que la actual. El índice de desigualdad de Gini estimado con los datos de esa encuesta es de 44,0. Con la instauración de la democracia y la mejora de los niveles educativos y de ingreso de los más pobres, la igualdad creció durante los años 1970 y en 1980 el coeficiente de Gini era de 36,73. Posteriormente la desigualdad aumentó un poco llegándose a valores de este coeficiente de 38,58 (1993) y 38,23 (1996).7 8
Industrialización
Primer período
La industrialización decimonónica en España tuvo sus principales focos en Cataluña y el País Vasco, focalizandose en Cataluña en la industria textil, mientras que en el País Vasco la industria predominante fue la siderurgia, gracias a los yacimientos de mineral de hierro, que proporcionaron los capitales y materia prima. Además, un tercer foco de industrialización en el siglo XIX se desarrolló en Asturias, debido a los yacimientos de carbón. A partir de las inversiones de capitalistas españoles, franceses y británicos, se desarrolló en Asturias la minería y la industria siderúrgica. Otro foco pionero fue el de Andalucía, concretamente en la provincia de Málaga, pero tuvo una existencia efímera y por una serie de causas no se logró la industrialización de esta región hasta bien entrado el siglo XX.
Segundo período
Respecto a las restantes zonas industriales, su desarrollo se produjo en el segundo periodo industrializador de España, durante el denominado "desarrollismo", en las décadas finales del franquismo.
Vivienda
España tenía un parque de 23.700.600 viviendas a finales del año 2005, según datos del Banco de España, sobre un total de 15,39 millones de hogares españoles. Estas cifras indican un promedio de 1,54 viviendas por hogar español, la tasa más alta del mundo. Según las mismas fuentes, el 85 por ciento de las viviendas en España son de propiedad, y sólo un 15% se disfrutan en régimen de alquiler.
El precio medio de la vivienda nueva en España es de 2.510 euros por metro cuadrado, según datos de la Sociedad de Tasación a 31 de diciembre de 2005. El precio de la vivienda, sin embargo, varía ostensiblemente en función de las comunidades autónomas y las capitales de provincia.
Turismo
España es el segundo país del mundo que recibe más turistas extranjeros, según datos de la Organización Mundial del Turismo, tan sólo por detrás de Francia, y disfruta de una cuota del 7% del turismo mundial, por delante de Estados Unidos e Italia.
El turismo le reportó a España 37.500 millones de euros durante el año 2004, lo que la situó en segunda posición en ingresos económicos, por detrás de Estados Unidos, que ingresó 75.000 millones de euros en 2004 (el 12% del total), y por delante de Francia (33.900) e Italia (29.600).
Entre enero y noviembre de 2005 recibió un total de 52,4 millones de turistas extranjeros, un 6,2% más de los registrados en el mismo período del año anterior, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Cataluña es el primer destino turístico de España. Los 13,2 millones de turistas que recibió suponen un 25,3% del total de las llegadas registradas en toda España, y representan un incremento del 12,7% respecto al mismo período del año anterior.
El segundo destino turístico de España son las Islas Baleares, que recibieron 9,4 millones de turistas los once primeros meses de 2005, un 1% más que el año anterior. Las Islas Canarias, con 8,6 millones de turistas (un 1,6% menos que el año anterior) es el tercer destino turístico por delante de Andalucía, que alcanzó los 7,6 millones (un 1,3% más) y la Comunidad Valenciana, con 4,8 millones (un 9,5% más).
Según las previsiones de la Organización Mundial del Turismo, la llegada de turismo extranjero a España crecerá una media del 5% anual en los próximos veinte años, lo que hace prever que España recibirá 75 millones de turistas extranjeros en el año 2020, unos 20 millones más que los recibidos en el año 2005.
Ciudades turísticas: Barcelona, Ibiza, Palma de Mallorca, Cáceres (Será Ciudad Europea de la Cultura en 2016), Cuenca, Santander, Salamanca, Córdoba, Madrid, San Sebastián, Pamplona (sobre todo en los Sanfermines), Valencia (sobre todo en las fallas), Granada, Málaga, Sevilla y Zaragoza (Expo 2008).
Zonas turísticas: Rías Bajas, Pirineos, Picos de Europa, Islas Baleares, Islas Canarias, Costa Brava, Costa Dorada, Costa del Sol, Costa de la Luz, Costa Blanca y Sierra Nevada, Costa Cálida
Datos y cifras [editar]
PIB: a precios de mercado — 1.049.848 millones de € (2007)
PIB: paridad de poder adquisitivo — 1.310.206 millones de $ (2007)
PIB — tasa de crecimiento real: 3,8% (2007), 3,9% (2006) y 3,4% (1994–2004)
PIB per capita: 31.471 $ USA (2007)
PIB per capita: paridad poder adquisitivo — 29.148 $ USA (2007)
PIB — composición por sector: (2006)
Industria: 13,5%
Construcción: 10,8%
Energía: 2,7%
Servicios: 59,5%
Agricultura: 2,6%
Población por pobreza relativa: 19,8% (2005)
Household income or consumption by percentage share:
máximo 10%: 2,8%
mínimo 10%: 25,2% (1990)
Tasa de inflación (precios al consumo): 2,7% (2006)
Encuesta de población activa (2005):
Población inactiva: 15.530,2 miles de personas
Población activa: 20.885,7 miles de personas
Ocupados: 18.973,2 miles de personas
Parados: 1.912,5 miles de personas
Trabajadores — por sector (2005):
servicios 65,01%
industria 17,2%
construcción 12,5%
agricultura 5,29%
Tasa de desempleo: 7,95%
Balance del presupuesto (2006 est.): 12.777 millones de euros / 1,7 sobre el PIB
Balance del presupuesto (2007 est.): 9.531 millones de euros / 0,9 sobre el PIB
Industrias: metales y metal manufacturado, textil y confección (incluido calzado), alimentos y bebidas, productos químicos, electrónica, industria naval, automóviles, maquinaria y turismo.
Crecimiento de la producción industrial: 2,7% (1999 est.)
Electricidad — producción: 179,468 miles de millones kWh (1999)
Electricidad — producción por fuente:
combustible fósil: 48,23%
energía nuclear: 31,23%
energía hidráulica: 19,16%
otras: 1,38% (1998)
Electricidad — consumo: 218,400 miles de millones kWh (2004)
Electricidad — exportación: 4,4 mil millones de kWh (2002)
Electricidad — importación: 9,9 mil millones de kWh (2002)
Agricultura — productos: grano, vegetales, olivas, uvas de vino, remolacha, cítricos; carne de vaca, cerdo, aves de corral, productos lácteos; pescado
Exportaciones: 275.024 millones de € (estimado 2007)
Exportaciones — productos: maquinaria, vehículos de motor; dispositivos electrónicos, productos químicos, barcos, alimentos, otros bienes de consumo
Exportaciones — clientes (2004):
Unión Europea 73%
Francia 19,3%
Alemania 11,8%
Portugal 9,6%
Reino Unido 9,1%
Italia 9,1%
América Latina 7%
Estados Unidos 3,9%
Importaciones: 343.677 millones de € (estimado 2007)
Importaciones — productos: maquinaria y equipamiento, combustibles, productos químicos, bienes semiterminados; alimentos, bienes de consumo (2002)
Importaciones — proveedores (2004):
Unión Europea 67%
Francia 18%
Alemania 16,5%
Francia 15,7
Italia 8,8%
Reino Unido 6,4%
Benelux 4,8%
Estados Unidos 6,2%
OPEP 5%
Japón 2,9%
Latinoamérica 4,8%
Deuda externa: 1.251.480 millones de Euros (junio 2006 est.)
Ayuda económica — donaciones: ODA, $1,3 miles de millones (1998)
Moneda: 1 euro (€) = 100 céntimos (antes de 2002, 1 peseta (Pta))
Nota: El 1 de enero de 1999, la UE introdujo una moneda común, el euro que se cambió a 166,386 pesetas. Entró en circulación en 2002.
Año fiscal: año de calendario.

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